viernes, 16 de noviembre de 2012

the Giant Robots, "Too young to know better, too hard to care!"

Lausanne es una ciudad suiza de habla francesa conocida, entre otras cosas, por haber acogido a Charles Chaplin desde principios de los 50 debido a su exilio forzado por el nefasto comité de actividades anti-americanas y su "caza de brujas". También es conocida su visión "idílica" de la economía a través de sus paraísos fiscales, que guarda con diligencia los millones de algunos "pájaros" de mal agüero, auténticos delincuentes vestidos de seda que probablemente jamás visitarán una cárcel. Pero Lausanne también es el hogar de The Giant Robots, nuestros siguientes protagonistas, un desconocido pero pasmoso grupo de garage actual, que fondean entre los sonidos Ye-ye's y las bandas más oscuras de los 60.

Llevan en activo desde 1996, pero según ellos mismos, reconocen que musicalmente podrían pertenecer a 1966. No reniegan de su condición de banda retro o vintage (como se dice ahora), tampoco sienten la necesidad de innovar o caminar al ritmo de las modas, lo suyo es tocar excitante Rock and Roll a la manera que se hacía en los "garages" americanos en los 60, pero no siempre del modo cafre que por otra parte, tanto nos gusta por aquí. The Giant Robots también suenan elegantes, muy influidos por los grupos Ye-ye's franceses e italianos, e incluso se aprecian marcas de música Easy Listening en sus genes, dotando al grupo de una personalidad especial, pero sin salir del gran círculo del Rock and Roll y Pop de los años 60.

The Giant Robots son un grupo mixto, dos chicas y dos chicos que dicen estar obsesionados por los Sonics, Standells, Nino Ferrer, Jacques Dutronc, las películas de Hitchcock, el Vodka con coca-cola, los coches de época y sobre todo el buen Rock and Roll, con toda su carga de ritmo, agitación y excitación que se le supone. Así a bote pronto, The Giant Robots pueden parecer un anacronismo con un montón de óxido con sabor a años 60, pero cuando suenan sus discos las dudas desaparecen, y son dueños de la llave que abre la puerta donde habita una música estimulante, propia de otra época, pero que insufla aire fresco a un presente musical muchas veces industrial y aburrido.

The Giant Robots tienen en su haber un par de singles y dos LP's. Por desgracia solo he podido acceder a su último LP "Too young to know better, too hard to care" publicado en el 2005. Personalmente creo que es fácil dejarse seducir por estos artefactos de géneros añejos, que reproducen muy bien un estilo, pero al cabo de unas escuchas, muchos de estos discos sufren de agotamiento y van directos a un retiro forzoso al rincón más escondido de la estantería. Tras 7 años de antigüedad, he de decir que "Too young..." sigue sonando en mi tocadiscos bastante a menudo, me sigue divirtiendo, me sigue gustando, y más importante aún, entre toda la pila de recientes discos acumulados, sigue despertando mi apetito ocupando un lugar preferente. En resumen, todavía tengo ganas de "Too young...", y muchas.

"Too young to know better, too hard to care" está editado por el incombustible sello también suizo, Voodoo Rhythm Records del ilustre Reverendo Beat-Man, y brilla por diferentes razones. No faltan los clásicos ingredientes garageros de órgano farfisa, guitarras y amplis Voxx, o pedales de Fuzz. Hasta ahí todo normal, aparentemente es un disco de garage al uso, pero la diferencia la marcan las tremendas canciones, que no bajan el nivel de calidad y excitación en ningún momento, y realzan su contorno y atractivo con un sonido, como dirían ahora, orgánico. Que demonios, este disco suena como un martillazo de vitalidad que pulveriza el aburrimiento, y es el mejor envoltorio que arropa unas canciones de excepción, aunque no haya nada nuevo bajo el sol.

El disco es dinámico, divertido, natural... Comienza con un certero diálogo entre farfisa y guitarra pasada de trémolo, es "Come on back", todo un clásico del garage 60's trasladado al presente. El francés es su lengua natural, y se nota, no hay más que escuchar temazos como "Mauvaises nouvelles" y "Elle est partie", directos, simples, dinámicos y sensuales. En ocasiones se convierten en una solvente banda de Surf y Hot-Rod, pero a su modo; cómo en Suiza no hay playas, cambian surf por esquí, y la brisa del mar por el eco de las montañas, que lo bordan en la fastuosa "Echoes from canyon" original de Giuliano Sorgini. Como mandan los cánones, le dan al British Rhythm and Blues como nadie sacando afilados riffs a la guitarra ("Get away"). Con el 60's punk tampoco se quedan cortos, y escupen salvajes pasajes de violencia sónica materializada en demoníacos efectos de Fuzz ("Bye bye baby"), y así hasta completar todas las canciones del disco, que suben el nivel por las nubes.

Que yo sepa no se ha vuelto a saber nada de estos chicos, no han vuelto a publicar ningún disco nuevo, pero al parecer siguen en activo ya que en su web han anunciado algún concierto en septiembre de este año. Esperemos tener noticias de ellos pronto. Por aquí ya estamos ansiosos.


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