
Haciendo alusión al título de la biografía de
Etta James,
"Rage to survive", su vida ha sido una carrera hacia la supervivencia, unas veces caminando por la cuerda floja de sus adicciones, y otras al límite del colapso emocional, pero por suerte su música siempre estuvo ahí, como una fiel compañera y fuerza renovadora que salva vidas. Ya desde el principio su vida no fue fácil; fue abandonada por su padre al nacer, el jugador de billar profesional
Minessota Fats (que inspiró la película
"El Buscavidas"), y su madre
Dorothy Hawkins aparecía y desaparecía a su antojo, aumentando la rabia y el dolor de una niña que buscaba y no encontraba respuestas.
Etta James suplió la carencia afectiva en las duras calles de
Los Angeles, formando parte de pandillas juveniles e iniciándose, por una parte en la pequeña delincuencia, pero por otra en la música
Doo Wop y
Rhythm and Blues con colegas del oficio como
Miss Sugar Pie,
Johnny Guitar Watson o
Richard Berry.

A mediados de los 50
Etta consiguió su oportunidad como cantante de la mano de
Johnny Otis, empresario y
percusionista de
Blues, de color blanco pero con alma negra, que fascinado por su voz, hizo que el grupo de
Etta de entonces (
The Peaches) grabara una ristra de
crujientes sencillos para
Modern records con algún éxito discreto (
"The Wallflower") (...
chequea la primera parte...). En 1959 ocurre un giro decisivo en su carrera.
Harvey Fuqua, líder de
The Moonglows (por aquél entonces en
Chess), pone a
Etta James en contacto con
Leonard Chess y la contrata sin pensarlo dos veces. Comienza como corista de
Chuck Berry en temas decisivos como
"Almost grown", pero
Leonard tenía otros planes para ella, y por exigencias de mercado la sitúa en el mapa de la balada
Jazz y los
sofisticados arreglos de cuerda, y en 1961 graba el
LP "At last", todo un triunfo artístico y comercial, que procura a los hermanos
Chess jugosos dividendos, aparte de abrir nuevas
posibilidades en la expansión del sello, y más importante aún, supone el inicio de una fructífera colaboración entre
Chess y
Etta James, que se extenderá hasta mediados de los 70.

En el 2011 el sello
KENT (subdivisión
Soul de
ACE records) publicó
"Who's blue?", una compilación que recoge la andadura de
Etta James por la
Chess, desde 1961 hasta 1976. No es una
recopilación al uso con todos los típicos "grandes éxitos",
"Who's blue?" desentierra gemas ocultas de su repertorio de una calidad abrumadora, y constituye un auténtico paseo por la música de raíces americana.
Jazz,
Pop,
Rhythm and Blues,
Country,
Funk o
Soul, son estilos que se pasean por esta colección de canciones con total naturalidad, y están comunicadas entre sí por la emocionante voz de
Etta, trazando gloriosas carreteras secundarias de su alma, que son un pequeño mapa para descifrar el enigma de los sentimientos de una mujer que siente y respira su música.
Etta James posee una versatilidad única. Es capaz de interpretar cualquier estilo de música popular americana y llevarlo a su terreno con éxito, como bien demuestra el presente disco
"Who's blue?". Aquí se puede encontrar
Rhythm and Blues como la sensacional
"Nobody but you", que cabalga sobre los
Blues de
Jimmy Reed, o la interesante
"Seven day fool" con coquetos arreglos de cuerdas. Su madre desde joven la inculcó un profundo amor por el
Jazz vocal de
Billy Holliday o
D
inah Washington, y
Etta supo desenvolverse en ese terreno como pez en el agua (
"It could happend to you"). También se empapa del exitoso sonido
Motown sin sonar a copia (
"Street of tears"), y ejecuta el doble salto mortal
interpretando magistralmente un clásico
Country de
Don Gibson (
"Look who's blue"). Incluso a mediados de los 60, época en que
Etta apunto estuvo de morir por una infección de tétanos, no se la notaba desgaste alguno, y como una fuerza
sobrenatural era capaz de grabar trallazos como
"Do right". Pero a partir del 67 su vida da un buen e importante giro, nace su primer hijo
Donto, recupera el pulso comercial, y se convierte en la reina del
Soul gracias a las
irrepetibles sesiones de los
FAME studios en Muscle Shoals (
Alabama), con
incendiarios temas como una feroz versión de
"Fire" del maestro
Willie Dixon. A principios de los 70
Etta continuó explotando su lado más
Soul con material de primera, y baladas para caer de rodillas (
"My man is together"). Y ya en su última época con
Chess, a mitad de los 70,
influida por el
Funk de la última etapa de
Ike and Tina o
Sly and the Family Stone, graba furiosos artefactos con
incandescentes metales y
poderío vocal absoluto (
"I've been a fool").
Tras su irrepetible etapa con
Chess,
Etta James luchó contra adicciones de todo tipo, saldó su cuenta con la justicia por un feo asunto de
falsificación de cheques, grabó discos con productores
imprescindibles como
Jerry Wexler o
Allen Toussaint, pero también los 80 fueron duros para
Etta. Luchó contra el olvido donde público y negocio parecían darle la espalda, pero nunca se plegó ante las modas; impermeable al sonido de la música disco, siempre fue fiel a sus raíces musicales de
Blues,
Jazz o
Soul. Por fortuna los noventa fueron mejores, recibió unos cuantos
Grammys y premios, y entró en esa farsa llamada
"Rock and Roll Hall of Fame" que le permitió llevar una vida más acomodada y con algo más de
reconocimiento público... Y así llegamos hasta el momento actual.
Etta James con
leucemia y demencia
senil está al final del camino. Hace unos pocos meses la prensa
dio la noticia de su muerte, pero resultó ser un falso rumor. Este dramático hecho, en cierto modo no deja de tener su gracia por qué su vida siempre estuvo en el límite, y en varias ocasiones ha visto la fea cara de la muerte muy de cerca, y uno en esta ocasión se imagina a
Etta diciendo: "No me enterréis todavía que aún tengo que dar el último concierto para vosotros".
"My man is together"
No hay comentarios:
Publicar un comentario