
Retomando el post anterior de
Kool & the Gang, el citado disco
"Spirit of the Boogie" cerraba con
"Caribbean festival", que como su título indica es una fiesta de música jamaicana llena de percusiones y ritmos calentitos. Como es sabido, de
Jamaica procede el
Ska, el
Rocksteady y el
Reggae, estilos bastante ajenos a este blog, pero que se alimentan de las raíces que más gustan por aquí. Se puede afirmar que la explosión de la música jamaicana, tal como la conocemos, se inició gracias al tremendo impacto que tuvo
Fats Domino en
Jamaica con temas como
"The Fat man" y sobre todo
"I'm gonna be a wheel", que en muchos aspectos anticipaba la música
Reggae. Tampoco es de extrañar, dada la influencia de la cultura caribeña en la rica
Nueva Orleans, y en la forma de asimilar un montón de
multiculturales aspectos; no obstante
Fats Domino sigue siendo más grande que la vida, y ahora más que nunca.
Paralelamente a mediados de los 60, tras un largo letargo, se despertó en
Inglaterra una fiebre por el
Rhythm and Blues y el
Rock and Roll de profunda ascendencia negra, y pronto un grupo de chicos, en su mayoría de origen obrero, tomaron el
Rhythm and Blues y
Soul como banda sonora de sus vidas, aderezado con un variado surtido de coloridas anfetaminas y elegantes trajes hechos a medida. Nace el movimiento
Mod como una explosión de arte
Pop, pero salpimentado con la enérgica musical de los
Who,
Small Faces o
Creation en su fase inicial, con el tiempo auténticos
representantes del género.
Pasan los años, y a finales de los 60 la magia parece difuminarse, y la energía Mod da paso a la Psicodelia, y en cierto modo, a la pérdida del nervio inicial. Entonces es cuando los Mods se fijan en la música jamaicana de ritmos Ska y Rocksteady, que se incrementa por la creciente inmigración caribeña en Inglaterra. Por así decirlo, el movimiento Mod se refleja en los Rude Boys, importados desde Jamaica, que evolucionan hacia los Skinheads, con su estética a la contra Hippie, y nada que ver con la xenofobia ultraderechista con la que a veces se les relaciona. En los 70 el testigo lo recoge el movimiento Oi!, más acorde con los tiempos del Punk que reivindicaban su orgullo obrero; y por fin los 80 son años de excisión y decadencia, con el resurgir de grupos neonazis de estética muy parecida a la Skin, pero nada que ver en lo ideológico.

Volviendo a 1967, ante la creciente demanda de
Rocksteady y música jamaicana en Inglaterra, unos despiertos hermanos
Palmer fundan
Pama records. Al principio publican singles de música
Soul licenciada
directamente por sellos de USA, y poco después se meten de lleno en los sonidos de
Rocksteady y
Bluebeat con la creación de otros sellos satélites. El catálogo de
Pama se extiende hasta bien entrados los 70, y en sus referencias se aprecia la evolución que sigue la música
Soul y
Rhythm and Blues hasta llegar al
Reggae, pero de una forma tan natural que en ocasiones cuesta diferenciar donde está el límite entre
Soul,
Rocksteady o
Ska, demostrando que los distintos cajones de sastre de la música popular no difieren tanto entre sí.

En el año 2000 el excelente sello de Barcelona,
Wah-Wah records, publicó dos
LP's que recopilaban algunos de los singles más
reseñables de
Pama durante el período 67-68. Una sobresaliente colección de canciones conducidas por la música negra salida del alma, con una fuerte vocación para el baile y la diversión. En sus surcos hay brochazos del mejor
Soul parido en USA, desfilando ilustres olvidados como
Bobby Petterson,
Bettye LaVette (muy activa actualmente). No faltan
bailongos instrumentales de órgano
Hammond a cargo de
The Mohawks, populares en Inglaterra por sus cuñas
publicitarias, pero también capaces de producir un
temazo tras otro. Pero lo que abundan en estos dos discos es el
Rocksteady de origen jamaicano, con brillantes números que caldean el cuerpo, como es el caso de
The Crown y su tremendo
"Jerking the dog", o clásicos sin discusión como la bonita
"Wet dream" de
Max Romeo, o
"Skinhead train" del padre del
Ska Laurel Aitken, por no hablar de un favorito personal como la inmensa
"I'm an outcast" de
Roy Docker.
En definitiva, sin miedo a pillarme los dedos, las dos partes de "Black is Soul" (así se llaman los discos) son una garantía para cualquiera que disfrute del mejor Soul, en su acento menos melancólico y más bailable, y una inmejorable introducción en los sonidos jamaicanos, que francamente están más cerca de, por poner un ejemplo, Otis Redding o los Impressions que de Bob Marley.
"Jerking the dog"
Bravo!!
ResponderEliminarVIVA Fats Domino y bien por el oasis al final del dial!
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