Roky Erickson fue, y todavía es, uno de los héroes perdidos del Rock and Roll. Su influencia ha sido decisiva en la música Psicodélica, de Garage y Punk. Desde que empezó su andadura con los Spades en 1965, hasta su favorable situación actual, han pasado muchas cosas. Días de gloria al frente de los texanos 13th Floor Elevators, una de las mejores bandas de los 60, con ese sonido de "Jug" característico lleno de mala leche como si de un Buddy Holly en ácido se tratara. A finales de los 60 las drogas duras terminaron con el sueño hippie y también llevaron a Roky Erickson a un sanatorio mental donde le diagnosticaron esquizofrenia, enfermedad que le mantuvo alejado de la actividad musical durante largas temporadas. La vida de Roky no ha sido fácil, durante bastantes años ha estado malviviendo en un diminuto apartamento en Austin con su grave enfermedad y una pensión que apenas le daba para comer. Por suerte en el 2001 su hermano, un prestigioso músico clásico de tuba, obtiene la custodia de Roky y financia sus gastos sanitarios, facilitando así su mejora física y mental, y actualmente Roky Erickson ha vuelto a retomar su carrera, ofreciendo conciertos, e incluso se dice que en los próximos meses va a publicar un álbum con nuevas canciones con colaboraciones de buenos amigos como Billy Gibbons de ZZ Top.
Roky Erickson es de esos compositores e intérpretes tocados por una mano divina, y al igual que otros casos clínicos como Syd Barrett o Skip Spence, en su locura está parte de su genialidad. Sin esas mentes alteradas no hubiera sido lo mismo. Sus canciones nos permiten acceder a expansivos e irreales universos en un viaje de ida y vuelta, que en el caso de Erickson nos lleva de la mano por toda esa contracultura de monstruos y películas de terror de serie B, con un estilo teñido de una extraña fuerza y sensibilidad a flor de piel.
Entre toda su desperdigada (y breve) discografía, uno de los momentos más inspirados de Roky fue al frente de The Aliens. Sus orígenes se remontan a 1974, cuando publican el single "Two headed dogs" producido por su colega Doug Sham, un clásico inmediato repleto de inolvidables estrofas ("two headed dog, two headed dog, i've been working in the Kremlin with a two headed dog"), con una guitarra fuzz que arrasa los sentidos. Posteriormente de nuevo los problemas de salud mantienen apartado a Roky durante una buena temporada, y aunque tiene un montón de canciones en el horno, no es hasta 1980 cuando Roky Erickson and the Aliens editan esos temas de manera oficial. El disco se llama "I think of demons" y es una auténtica obra maestra. Lo produce el ex-Creedence Stu Cook y el trabajo que hizo fue magnífico. Aunque el sonido es más "limpio" y se echan de menos los furiosos ataques de fuzz de alguno de sus singles, se puede apreciar hasta el más mínimo detalle el collage de guitarras que gobierna cada minuto disco.
"I think of demons" no es hard-rock, ni psicodelia, ni punk, simplemente es clásico Rock and Roll, captado por el ojo de una mente alucinada y genial, de un intérprete único capaz de emocionar con cada fraseo de su voz y nota de su guitarra. El disco contiene doce gemas desde mi punto de vista perfectas. Cada canción se eleva sobre las demás, y si una es buena, la siguiente es mucho mejor, y así hasta llegar al final. En "allmusic" le dan una raquítica puntuación de tres estrellas sobre cinco, pero es igual, solo hay que dejarse llevar por el hechizo de la música para disfrutar de estas canciones, que por otra parte son muy asequibles y directas.
En "I think of demons" recuperan "Two headed dog", en una versión menos incisiva que el single, pero con más matices en unas guitarras que cobran vida propia. "I think of demons" posee un riff rotundo, como los sacados de los viejos discos de Creedence o de "Sweet Jane" de la Velvet, con una melodía abrasadora que cautiva al primer instante. "Creature with the atom brain" es un sólido medio tiempo, con leves pinceladas de fuzz que añaden un poco de veneno. El Rock and Roll más clásico se hace evidente en la frenética "Don't shake me Lucifer", que bien podría haber firmado Little Richard, o la conmovedora "I walked with a zombie", única balada del disco, una fantástica puesta al día del Rock and Roll de los años cincuenta. "The wind and more" es fuerza bruta, auténtica dinamita donde el muro de guitarras explota en la cara, y en el medio la emocionada voz de Roky Erickson. "Night of the Vampire" como dice el título, revive al mismísimo Drácula con una credibilidad que da miedo, gracias al opresivo ambiente creado por guitarras fuzz y unas efectivas notas de órgano. "It's a cold night for alligators" es un impresionante tema arropado con sencillos riffs mientras varias guitarras solistas intercambian flujos de electricidad, siempre al servicio de una voz que lo llena todo. El resto de canciones no bajan el listón, cada surco del disco funciona perfectamente, tan preciso como el engranaje de un reloj, tan intenso como un ataque de locura, en una danza macabra de electricidad que rinde homenaje a toda la historia del Rock and Roll junta.
"Night of the vampire" es solo una muestra de la grandeza de "I think of demons"
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grande Roky! a mí me encanta el "Don´t Slander me", una auténtica demostración de R&R neurótico y rabioso..precisamente tenía previsto escribir en breve un post sobre Roky Erickson en http://elmostradorderob.com
ResponderEliminarFelicidades por el blog! Te añado al blogroll y al listado de feeds en el Mostrador
Rob, ese disco también me encanta, y sobre todo el trallazo que da título al disco ("don't slander me") es acojonante. Como muy bien dices Rock and Roll neurótico sin domesticar. Larga vida a Roky,y mientras tanto esperamos ansiosos su nuevo trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias por añadirme Rob
un abrazo!
va a sacar disco nuevo?? no lo sabía...
ResponderEliminargracias a tí también por el link!
Si, la noticia viene publicada en su web. También lo anuncian en un artículo de, pero al contrario de lo que decía en el post, al parecer no van a ser temas nuevos, sino canciones grabadas hace 30 años. Aún así, bienvenidas sean.
ResponderEliminarsaludos!
Pero papa,te falto el mejor tema del disco! white faces
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