Willy deVille nos dejó hace más de un año, y quizás nada haya cambiado, los ciclos se suceden una y otra vez, la vida a ratos te sonríe, a ratos te golpea; pero hay cosas que nunca cambian. Solo con poner ciertos discos en el equipo de música, vives otro instante de eternidad. Escuchar "Return to Magenta" de Mink De Ville, es una inyección de emoción y una lección a cuenta de la historia del Rock and Roll. El hijo bastardo de Edith Piaf, criado en las alcantarillas de Nueva York junto con Johnny Thunders, compartiendo algún peligroso vicio, firmó en 1978 un disco repleto de inolvidables canciones. El pasado glorioso de Jack Nitzche, codo con codo con Phil Spector, se repite en maravillas como "Guadian Angel" o "Just Your Friends", que por otra parte, al igual que todo el disco, produce el mismo Nitzche. Willie "rockea" con desparpajo y libertad: "Soul Twist", "Rolene" y "Steady Drivin' Man", es Rock and Roll tan nutritivo como un plato picante de cocina criolla. Tan criollo como el espíritu de Nueva Orleans que abraza todo el disco, aferrándose a la divina música de Allen Toussaint o el Professor Longhair. El Blues, Rock and Roll, Cajun y Doo Wop nunca había sonado mejor que en este disco.
Descansa en paz amigo.
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