Un Springsteen de 25 años está cargado de sueños de Rock and Roll, con un pie en la época dorada del Pop de los años 60, y con el otro en los grandes de la música Soul y Rock and Roll. Pero ante todo posee un universo propio basado en conceptos como “amistad”, “soledad”, “la noche”, y la “necesidad de cambio”, todo esto teñido de una iconografía callejera sobre ruedas cromadas como símbolo máximo de libertad, y un intenso, inocente e ingenuo romanticismo que inunda sus composiciones.
Bajo estas circunstancias se parió “Born To Run”, una obra intensa, con una belleza fuera de lo común, que con el paso del tiempo sabe más dulce, porque el Rock and Roll más allá de ser una música “enlatada” en formato LP, no solo se escucha, sino que se huele, se mastica, se vive, pero sobre todo se siente. “Born To Run” es de esos discos construidos de ese material destinado a ser un clásico absoluto, más allá de la erosión del paso del tiempo.
Grabar “Born To Run” no fue un plato fácil; en la mente de Bruce estaba la ambiciosa idea de conseguir la sinfonía adolescente definitiva, pero desde una perspectiva más adulta. Quería levantar su propio “muro de sonido phil-spectoriano”, que tanto le había influido, incluso se barajó la idea de que el mismo Phil Spector produjera el álbum, pero finalmente fue el propio Bruce el que se encargó. Invirtió mucho tiempo en el estudio, pero no estaba contento con los resultados, no termina de encontrar el sonido que buscaba, algo así como una combinación entre Spector, Chuck Berry y Van Morrison de “Astral Weeks” todo en uno. Esta obsesión a punto estuvo de costarle una crisis nerviosa y mandarlo todo a la basura, pero al final, felizmente, convencido por terceras personas, “Born To Run” vio la luz en 1975 alcanzando el cielo y la gloria del estrellato.
¿Que se puede decir del contenido del disco que no se haya dicho ya? cada uno de los surcos del LP transmite una energía y sentimiento muy poco frecuentes, sencillamente se trata de 39 minutos de desbordante pasión. Springsteen, que desde hace tiempo renuncia a ser un héroe de la guitarra, se centra más como intérprete y compositor, y es capaz de llegar al corazón de la gente con sus poéticas visiones en forma de canción.
El cálido Soul Sureño se aparece en la saltarina “Tenth Avenue Freeze Out”. "Bad Scooter" vaga por las calles, se siente solo pero no puede volver a casa porque ha comprado ese billete de solo ida hacia la “carretera del trueno”, pero mientras suena la cortante sección de metales, llega el cambio, "Big Man" se une a la banda, juntos se ríen del mundo y parten la ciudad en dos mientras las chicas guapas bailan al son de la música.
“Backstreets” comienza con una bonita línea de piano, a los poco segundos entra la banda al completo: órgano, guitarra, bajo, batería y la voz de Bruce cantando un desgarrador homenaje a la amistad, donde dos amigos juran eterna amistad escondidos en los callejones de la noche y huyendo del “fuego” que no deja ni respirar. Pero finalmente el paso del tiempo rompe las promesas de amistad. Tratamos de caminar como héroes, pero al final somos como los demás, piezas de un mismo engranaje. Un canción tan bella como emocionante, con ese realista sabor a derrota.
“Born To Run” musicalmente es todo un homenaje a The Wrecking Crew (músicos de Los Angeles que grabaron para Phil Spector). Max Weinberg se convierte en Hal Blaine, Clarence Clemons en Steve Douglas y Roy Bittan en Leon Russell. El tema muestra a un Bruce con ganas de comerse el mundo, y es todo un ejercicio de violento escapismo, “esta ciudad te arranca los huesos y es una llamada al suicidio”, y por eso “vagabundos como nosotros nacimos para correr”. El romanticismo está presente en frases que son como certeros dardos al corazón (“Esta noche quiero morir en las calles en un beso eterno”). La vida no es un cuento de hadas y la cosa termina de manera cruda y realista (“No hay sitio donde esconderse, pero juntos podemos vivir con la tristeza”), de nuevo el regustillo amargo de derrota está presente, pero si es a favor del amor quizás no lo sea tanto.
“She’s the one” rompe algo la cohesión del disco a nivel de textos, pero cuando suena ese ritmo a lo Bo Diddley no hay nada que objetar, y constituye una de las piezas más incendiarias y "rockandrolleras" del disco, y a la larga se ha convertido en un pequeño clásico del repertorio de Springsteen que siempre es bien recibido, pero comparado con el resto de “Born To Run” palidece un poco.
“Meeting across the river” es el tema más “jazz” y reposado del disco. Empieza con el Saxo sonando desde la lejanía, piano en primer plano y la voz cascada y perezosa de Bruce muy en sintonía con la canción, una mezcla entre cansancio e incertidumbre. Trata de una historia de perdedores que tienen una “cita” para ganarse unos dólares de manera rápida y poco lícita, vamos, que van a participar en un trapicheo con todo el riesgo que conlleva.
“Jungleland” es la canción que cierra “Born to Run”. Practicamente 10 minutos de belleza sin precedentes donde lo irreal se funde con los sueños de Rock and Roll, que únicamente se ven interrumpidos por el despertar de un nuevo día. Aquí la música habla por si sola, comienza una preciosa sección de cuerda sobre unos acordes al piano. Mientras tanto, en el sueño, en la quietud de la noche “Magic Rat” intenta montárselo con la “Chica Descalza”, y juntos desaparecen por Flamingo Lane, entonces aparecen los “hombres de la ley” y las pandillas de medianoche que habitan en la “Tierra de la Jungla”. La banda al completo estalla con la fuerza de un misil teledirigido al corazón, la batería respira, y la guitarra incendia todos los recovecos del alma, mientras “el hambriento y el cazado” explotan en una banda de Rock and Roll, y poco a poco la “Tierra de la Jungla” desaparece, la noche se desvanece y da paso a la realidad, pero antes Clarence Clemons pone el broche de oro al disco con un solo de saxo antológico, hasta que por fin la vigilia da paso a la realidad, y es entonces cuando muere la canción. Simplemente memorable.
Con “Born to Run” llegó el éxito, la fama y el dinero (aunque también ciertos problemas con antiguos managers) pero este disco fue el origen de todo. Aquí están reflejados los sueños y anhelos de triunfo de un tal Springsteen, que al final merecidamente lo consiguió a fuerza de confianza en si mismo, trabajo, pero sobre todo mucho talento.
Fe de errores: En "Meeting Across The River", no suena un saxofón en la lejanía, sino una trompeta.
ResponderEliminarBrutal, Pepo. Muy bueno.
ResponderEliminarLa trompeta que suena en Born To Run es de Randy Brecker, recientemente fallecido si mal no recuerdo.
Ansiosos esperamos la siguiente entrega..
Gracias Jesús. No sabía que Randy Brecker había fallecido. En fin, ley de vida. Quizás otro día "El Autobús Mágico" trate "Darkness On The Edge Of Town", un favorito particular, veremos.
ResponderEliminarPepo is rock!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte Fernando!!! Nos vemos pronto.
ResponderEliminarThunder road es una cancion sencillamente perfecta, y el resto del disco tambien sensacional. Recomiendo la version 30 aniversario de este disco, que viene con un concierto de la epoca y un documental de como se grabo el disco.
ResponderEliminarEn nuestra web hicimos hace poco un especial sobre Springsteen por si os interesa:
http://www.computer-age.net/especiales/un-prestigitador-llamado-springsteen
Un saludo
La edición del 30 aniversario es gloriosa. El disco oficial gana en calidad de sonido, el concierto es de esos que uno entiende que pueda cambiar la vida de algunas personas, y el documental es increíble, no solamente trata sobre la grabación de "Born To Run", también ayuda a entender todo el proceso de grabación de un disco durante los 70.
ResponderEliminarLuis, muchas gracias por el enlace del especial de Springsteen.
un abrazo
Muchas gracias Pepo, alli estamos para lo que querais.
ResponderEliminarUn saludo
Ese Pepo!!!!
ResponderEliminarYo es que llevo tiempo esperando ese CD mágico recopilatorio de Bruce, espero no morirme antes de que me lo regales. Un beso enorme hijo
ResponderEliminarUn abrazo Paco!!!
ResponderEliminarClaro que si Mami, ese "CD Mágico" está en proceso. Un beso fuerte. Te quiero mucho.