The Coasters fueron un grupo vocal de Rhythm and Blues procedentes de Los Angeles, y desarrollaron su carrera musical desde mediados de los 50, en plena ebullición del primer Rock and Roll. Las grabaciones clásicas de The Coasters transmiten pura diversión, bien es cierto que explotaron bastante su vena cómica, que la tenían, pero no nos equivoquemos, The Coasters fueron ante todo un grupo de talentosos músicos, que en 1955, año en el que empezaron, ya tenían una dilatada experiencia en el mundo de la música. El más inmediato antecedente del grupo fue otra banda de Los Angeles, The Robins, que bajo el auspicio de Johnny Otis (influyente figura de la escena Rhythm and Blues de Los Angeles) funcionaron desde 1949. En 1955 The Robins graban “Smokey Joe’s Cafe” y obtienen cierto éxito en una discográfica independiente (Spark Records). En la todo poderosa Atlantic fascinados por la canción, y sobre todo por el fuerte potencial comercial del grupo, ofrecen un contrato discográfico a The Robins, pero de todos los miembros solo acceden dos de ellos: Carl Gardner (voz tenor principal) y Bobby Nunn (voz de bajo). Dicen adiós a los Robins y se agrupan como The Coasters, el nombre es por su origen en la Costa Oeste. La formación clásica la completan Billy Guy (barítono), Leon Hughes (tenor) y más adelante Adolph Jacobs se une al grupo como guitarrista.
No se puede continuar con la historia de los Coasters sin mencionar dos nombres, los únicos e irrepetibles Jerry Leiber y Mike Stoller. Simplemente los mejores compositores de canciones que nunca han existido. Dejemos que tome la palabra el capo de Bomp Records, Greg Shaw (fallecido hace un par de años, por cierto):
“(Leiber y Stoller) fueron los auténticos arquitectos del pop-rock... su principal éxito fue el matrimonio entre el Rhythm and Blues en su forma más primaria y la tradición del pop”
Decir que autores como Elvis, Drifters, Ben E King, Big Mama Thornton o Charles Brown han grabado sus canciones, significa muy poco comparado con el legado y la enorme influencia que han ejercido dentro de la música popular en toda su extensión.
La pareja de oro, Leiber-Stoller, produjeron y compusieron material para The Robins primero, y después para The Coasters se encargaron de facturar prácticamente la totalidad de los temas que grabaron para Atco (subsidiaria de Atlantic), ahí es nada.
Las canciones y producciones de Leiber-Stoller escritas para The Coasters, efectivamente se caracterizan por tener un sonido crudo de Rhythm and Blues saltarín y sencillo, con unas letras que van directas al grano. De nuevo, las cosas sencillas ganan a las más elaboradas.
De los Robins mis favoritas son las seminales “Riot in Cell #9” y “Smokey Joe’s Cafe” de 1954 y 55 respectivamente. Imposible resistirse a estas canciones con un ácido y oscuro sentido del humor. “Riot in Cell #9” comienza con el sonido de sirenas y ametralladoras, la revuelta en la prisión ha comenzado, abajo las estructuras policiales, pero, existe un problema, la cámara de gas es el precio que paga el protagonista. Este tema lo ha “versioneado” mucha gente: Johnny Cash, Beach Boys, Blues Brothers, Johnny Winter... Mi favorita es la de Dr. Feelgood con las maneras de Wilco Johnson. “Smokey Joe’s Cafe” es más relajada, pero esas voces suenan a gloria bendita, con la inolvidable guitarra solista y solo de saxo. Buddy Holly hizo una gran versión.
Ya como The Coasters, a partir de 1956 graban un éxito tras otro. “Down in Mexico” es el primer single, sobre un ritmo de marcado carácter latino, la letra de la pareja Leiber-Stoller nos retrotrae a un oscuro Honky Tonk de Méjico donde tocan blues, mientras una bonita chica muestra sus encantos al ritmo de la música. Recientemente ha sido recuperada por Tarantino en la estupenda película “Death Proof”.
En 1957 el single “Young Blood” consigue un gran éxito, incluso llega al puesto 3 de las listas Pop. Está escrito a medias con otro de los grandes, y nunca mejor dicho, ni más ni menos que Doc Pomus. La estructura es similar a “Smokey Joe’s Café”, tórridos saxos, hilarantes y excelentes voces, y como siempre, la base blues característica. “Young Blood” es una versión en clave Rock and Roll de “Lolita”. El protagonista de la canción está prendado de una chica adolescente, hasta que papá le dice: “mejor deja en paz a mi hijita”. La tocaban los Beatles en su día, pero me quedo con la versión de Billy Childish.
“Searchin” es un tórrido tema también del 57 que se aproxima más al blues de Chicago (Howling Wolf, Muddy Waters, Bo Diddley...), y por exigencias de la discográfica Atco, lo autores se vieron a escribirla en 10 ridículos minutos, con unos resultados tan directos como espectaculares. Consiguió ser un éxito incluso al otro lado del mundo, en el Reino Unido. Me encanta la versión de Wanda Jackson, la dama del Rockabilly y Country por excelencia.
En 1958 el single “Yakety Yak” sale publicado, y de nuevo es otro gran éxito en USA y Reino Unido. No me cansaré nunca de escuchar este asombroso tema. Optimismo a raudales es lo ideal para curar todos los males del alma, el ritmo frenético no salvará tu vida, pero la hará más divertida, y para colmo la estelar colaboración de King Curtis al saxo. Dios!!!, adoro este tema de título inconexo y absurdo. De nuevo Wanda Jackson la interpreta con maestría.
Sin lugar a dudas en 1959 The Coasters alcanzan su cima comercial y creativa. En el mismo año publican, ni más ni menos que “Charlie Brown”, “Along Came Jones”, “That’s Rock and Roll”, “Poison Ivy”, “I’m a Hog For You”, “Run Red Run” y “What About Us”. En mayor o menor medida todos éxitos, y como siempre, con un nivel de calidad que hace estremecer hasta a los muertos.
“Charlie Brown” sigue esquemas parecidos a los de “Yakety Yak”, pero en palabras de Leiber-Stoller, al contrario que “Yaketi Yak”, “Charlie Brown” les llevó semanas escribirla. La anfetamínica guitarra rítmica es sensacional. Serge Gainsbourg interpretaba este tema.
“Along Came Jones” está muy bien, pero la cara B es gloriosa, se trata de “That’s Rock and Roll”, una canción que homenajea un estilo de música, una fuerza que mueve montañas, toda una auto celebración en la línea de “Rock Around the Clock” de Bill Haley, “Rock and Roll is Here To Stay” de Danny and The Juniors o “It will Stand” de The Showmen. Aquí, aunque se mantiene el ritmo gracias a la frenética guitarra y batería, no es un tema arquetípico de Rock and Roll, pero mantiene su esencia con un solo de saxo que se sale del mapa. De mis favoritas.
El single “I’m a Hog for You”/”Poisoy Ivy” sencillamente es perfecto. “I’m a Hog For You” es de mis temas favoritos de todos los tiempos. Sobre una sencilla base de Rhythm and Blues, resplandece un universo de voces soberbias, una letra calenturienta e indecente (como debe de ser), pero por encima suena un memorable solo de guitarra de una sola nota que se entrelaza con el latido de crudos saxofones sin cocer. En mi opinión estrofas como esta son pura poesía Rock and Roll:
“One little piggy went to London, yeah
One little piggy went to Hong Kong
But this little piggy’s
Comin’ over your house
He’s gonna rock you all night long”
Traduciendo “piggy” como cerdito. Desde mi punto de vista Leiber-Stoller son auténticos genios de la cultura popular. Mi versión favorita de este tema, Dr. Feelgood, no podía ser de otro modo.
En la cara B de “I’m a Hog for You”, de nuevo otra obra maestra más, “Poison Ivy”. El inmortal riff de la canción está arropado por una tendencia más pop, y mezcla con infinita maestría y sabiduría, blues y pop con un irresistible toque latino. Sin duda esta gente sabía lo que se hacía, por eso los Rolling Stones incluyeron una bonita versión en uno de sus primerísimos discos.
“Run Red Run”, de nuevo adoro esta canción, otra de mis favoritas esta “Run Red Run”, sobre unos saltarines acordes de piano y voces de lo más cachondas, interrumpidas en algún momento de la canción, por un glorioso solo de saxo, se esconde una letra divertida y trascendente al mismo tiempo. El tal Red enseña a un mono a jugar al póquer, y una vez que sabe jugar aprende otras cosas, empieza a comprender que está siendo explotado y engañado, y al final se convierte en un revolucionario. Tremenda.
Uno de los últimos grandes temas de The Coasters, es la interesantísima “Little Egypt (Ying-Yang)” de 1961. La canción comienza como un anuncio de un espectáculo circense sobre un fondo jazzistíco, y al poco el tema se desarrolla sobre una ritmo constante con un gran saxo solista, y un bonito puente de guitarra. De nuevo la letra es maravillosa, refleja con ironía la dura vida del circo, sobre el aparentemente mundo feliz de la bailarina “Little Egypt”, se esconde una vida dura y difícil con siete criaturas a las que cuidar. De todas la cantidad de versiones que se han hecho del tema, me quedo sin duda con la “speedica” interpretación de los británicos Downliners Sect allá por 1964.
... Y eso es todo, hacerse con un buen recopilatorio de The Coasters está tirado, hay muchos, muy económicos y muy buenos, pero como siempre, recomiendo que os hagáis con alguna copia en disco de vinilo de toda la vida que suena de miedo.
Un grupo que sea capaz de parir una letra tan delirante y magistral como la de Run Red Run tiene que ser imprescindible. Me voy al galope a por un recopilatorio
ResponderEliminarEdu, The Coasters son de esos grupos que ganan con el paso del tiempo, uno nunca se cansa de escuchar esas increíbles canciones, y es fascinante como una música del pasado puede estar tan vigente o más que en su día de publicación.
ResponderEliminarun abrazo